Punto de Vigilancia 107

107 – VIGILAR para que no permita que una estimación o actitud humana lo ciegue al verdadero y divino significado de sus experiencias humanas. Este es un punto importante, ya que es su actitud hacia todo lo que determina cómo afectará su progreso. Un cartero que se queja y se queja de las largas distancias que tiene que caminar, no obtiene ningún beneficio de la caminata. Pero si lo considera como un entrenamiento para un maratón, se regocijará en él y, por lo tanto, se beneficiará.

Para endurecer el acero, de modo que sea más fuerte y retenga un borde afilado por más tiempo, debe tratarse con calor. Se calienta al rojo vivo y luego se sumerge en agua fría o aceite. Quizás el propósito divino de algunas de nuestras pruebas en este sueño, que parecen oscilar entre la discordia y la armonía, es agudizar nuestras sensibilidades espirituales, para que podamos separarnos entre lo falso y lo verdadero, y no hacer nada de cada fase de esto sueño mortal.

El acero no recibiría temple a menos que fuera tanto calentado como enfriado. Un estudiante puede retirarse a un lugar tranquilo para tener una idea de la cercanía de Dios, lejos de los molestos contactos con el mundo, pero ¿de qué valor sería esa sensación de bien? No se usaría bien. Sería tan frágil que la primera tormenta humana que surgiera del contacto con la mente mortal la destrozaría. ¿Cómo podemos declarar que ninguna de estas cosas me conmueve, hasta que lo hayamos demostrado?

El querido propósito de Dios es que progresemos bajo dificultades y obstáculos, así como en tiempos de paz, para que nuestro sentido de Dios sea fuerte y capaz de perdurar. El propósito divino de gran parte de la discordia en nuestras iglesias filiales es capacitar a los estudiantes, para que puedan sostener a Dios bajo todo tipo de presión.

Algunos puestos para fumar están hechos con una base redonda y balanceado, de modo que si se los empuja al piso, se levantarán de inmediato. La organización de la Ciencia Cristiana es apoyada por Dios. Si parece inclinarse y estar en peligro, esto es solo para capacitar a los miembros para que se unan a su apoyo. Por sus altibajos, es valioso para producir ejercicio espiritual; más que como si siempre pareciera estar a salvo y seguro.

Es nuestra actitud hacia cada experiencia lo que importa. Si nos quejamos, nos quejamos o nos preguntamos por qué Dios se está metiendo con nosotros, cuando nos metemos en agua caliente o fría, obtendremos poco crecimiento espiritual. Una vez un hombre fue arrojado a un pozo. En lugar de enojarse, cuando la gente le arrojaba piedras, él las usaba para construir escalones, sobre los cuales trepaba hacia la libertad.

Jesús dice en Matt. 10:22, “El que persevere hasta el fin será salvo”. Esta capacidad de soportar se obtiene solo cuando aprendemos a mantener nuestro pensamiento espiritual bajo todas las dificultades y problemas humanos; pero ¿de qué nos servirán tales dificultades si, como el cartero que se queja, nos quejamos? ¿Un estudiante sabio lamenta el hecho de que parece que no puede mantener la armonía humana todo el tiempo? ¿Considera un problema como una señal de vergüenza, como si expusiera su falta a otros estudiantes que están demostrando más armonía humana? Seguramente significaría el fin del crecimiento espiritual, si se pudiera mantener la armonía en la materia.

¿Cuál sería el valor de una conciencia de Dios, y una comprensión de la Ciencia Cristiana, que no se haya endurecido y fortalecido para que pueda perdurar hasta el final? Cuando uno tiene la actitud correcta hacia la persecución y la aflicción humana, nunca se avergonzará de sus problemas ni personalizará los canales a través de los cuales tales experiencias llegan a él. Más bien se alegrará de lo que sea que lo sumerja en una experiencia caliente o fría. Percibirá que es el plan del Amor divino y la forma en que la Verdad lo entrena para soportar. Un posible aviador se somete a pruebas extenuantes para desarrollar y probar su resistencia. El amor sabe que necesitamos ser entrenados para nuestros vuelos espirituales, y proporciona pruebas para el peregrino a lo largo del camino.